Psicólogo para ansiedad en Majadahonda

Tratamos la ansiedad

Confía en tu psicólogo para la ansiedad en Majadahonda

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una reacción natural que, en situaciones normales, nos ayuda a adaptarnos al entorno, actuar con rapidez y evitar riesgos. Por ejemplo, puede impulsarnos a reaccionar ante un incendio o protegernos de una amenaza. Sin embargo, cuando esta activación se desborda, deja de ser útil y se convierte en un problema que afecta nuestra salud y bienestar.

Cuando la ansiedad sobrepasa ciertos límites, limita nuestra libertad de actuar, provoca estrés constante y afecta a nuestras relaciones sociales, laborales y personales. Muchas personas sienten que “todo les estresa” o que “siempre están preocupados”, lo que lleva a evitar situaciones cotidianas y detener actividades importantes para su vida.

Este malestar suele estar acompañado de miedo, impaciencia y una falta de confianza, impidiendo alcanzar objetivos personales. En los casos más graves, puede generar bloqueos intensos que nos paralizan, haciéndonos sentir aterrorizados e incapaces de actuar.

Si notas que la ansiedad interfiere en tu día a día, no esperes más. Buscar ayuda de un psicólogo para la ansiedad en Majadahonda te permitirá identificar las causas, reducir los síntomas y aprender herramientas efectivas para recuperar el control de tu vida. ¡Es momento de dejar atrás la ansiedad y apostar por tu bienestar!

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¿Qué es la Ansiedad Patológica?

Cuando la ansiedad se vuelve persistente o intensa, puede dejar de ser una reacción normal para convertirse en ansiedad patológica. Este tipo de ansiedad aparece de forma excesiva o desproporcionada ante estímulos cotidianos, provocando malestar constante y limitaciones en la vida diaria, como dificultades para adaptarse al entorno o realizar tareas habituales.

La ansiedad patológica no solo afecta a quienes sufren trastornos de ansiedad, sino que también está relacionada con otras condiciones como la depresión, dolores crónicos (por ejemplo, cefaleas o asma) y trastornos alimentarios o sexuales. Su impacto en la calidad de vida es significativo si no se busca tratamiento.

Formas comunes de ansiedad patológica

  • Crisis o ataques puntuales: Episodios abruptos e intensos, como los de pánico o agorafobia, que generan miedo extremo y bloqueos físicos y mentales.
  • Ansiedad persistente: Problemas como el trastorno de ansiedad generalizada o las fobias sociales generan síntomas continuos que interfieren en las actividades cotidianas.
  • Estrés por sucesos traumáticos: Eventos vitales estresantes pueden provocar trastornos como el estrés postraumático o problemas de adaptación.

Si te identificas con alguno de estos síntomas, la ayuda profesional puede marcar la diferencia. Con terapia especializada, es posible entender las causas de tu ansiedad, manejar los síntomas y recuperar el control sobre tu bienestar. ¡Da el primer paso hacia una vida más tranquila y equilibrada!

El psicólogo para ansiedad en Majadahonda te ayuda con los síntomas

Síntomas de Ansiedad

Síntomas físicos

La ansiedad provoca respuestas físicas como taquicardia, opresión en el pecho, falta de aire y temblores. También son frecuentes la sudoración excesiva, náuseas, problemas digestivos y rigidez muscular. Cuando el malestar es intenso, pueden aparecer alteraciones del sueño, fatiga extrema y dificultades sexuales.

Síntomas psicológicos

A nivel mental, se experimentan inquietud, sensación de amenaza, miedo a perder el control e inseguridad constante. En casos más graves, pueden surgir temores extremos como el miedo a la locura o la muerte.

Cambios en la conducta

La ansiedad afecta el comportamiento, generando bloqueos, hipervigilancia e impulsividad. Es común notar movimientos torpes, rigidez corporal y tensión en las mandíbulas, acompañados de cambios en el lenguaje corporal y la voz.

Síntomas cognitivos

En el plano intelectual, la ansiedad dificulta la atención, concentración y memoria. Aparecen pensamientos negativos repetitivos, preocupación excesiva y rumiación constante, lo que aumenta la sensación de confusión y vulnerabilidad.

No todas las personas experimentan los mismos síntomas ni con la misma intensidad.  Aprender a gestionar la ansiedad es clave para convivir con este mecanismo natural y adaptativo, sin perder la funcionalidad.

Si sientes que tu ansiedad es excesiva o te resulta difícil de manejar, buscar ayuda profesional puede marcar la diferencia, ayudándote a identificar los síntomas y recuperar el equilibrio.


Psicólogo para terapia de pareja en Majadahonda: tipos de crisis conyugales

Crisis conyugales

En toda relación de pareja sobrevienen crisis o momentos difíciles que son completamente normales y que se inscriben dentro del proceso de maduración de la vida conyugal. Si bien no todas las crisis son de éste tipo y las hay que afectan a la relación drásticamente, teniendo por tanto connotaciones adversas.

Normales

Crisis típicas, en las cuales la pareja pasa por momentos más difíciles o delicados, pero que a diferencia de otras crisis tienen buen pronóstico y en las cuales lo que hace falta es un mínimo espíritu de lucha y poner un poco de orden en las ideas de cada uno. La vida en pareja tiene una serie de etapas que pueden llevar a situaciones de riesgo. Son: etapa de formación de la estabilidad de la pareja (corresponde a los primeros meses o años de relación); etapa de afirmación (la pareja avanza hacia una solidez); etapa de la mitad de la vida (período de balance biográfico, de examen retrospectivo); etapa de la vejez (cuando uno examina su vida y piensa sobre lo que ha sido su vida, el amor,…)

Por desgaste de la convivencia

Estas crisis son parecidas a las anteriores, aunque a diferencia de ellas, los problemas no han sido resueltos tan favorablemente, lo que hace que la vida de pareja tienda a erosionarse cada vez y tienda a la ruptura si no se ponen remedios.

Por crisis de identidad

Dejan al descubierto por uno de los miembros de la pareja o los 2, flancos demasiado negativos, proyectos que no se cumplieron, metas accesibles que se abandonaron,… lo que conlleva a amargura, frustración y por tanto a un deterioro en la relación.

Por infidelidad

Por regla general este tipo de crisis son graves y suelen terminar en ruptura, ya que están teñidas de fuertes tensiones emocionales y de un acentuado deterioro de la vida en común. Al miembro de la pareja que ha sido engañado, además, aunque pueda perdonar el desliz, le queda la duda de que la situación pueda volver a repetirse.

Por intromisión de la familia política

Suele darse, cuando la actuación desacertada e inoportuna de alguna parte de la familia política, provoca una situación difícil y cargada de tensiones psicológicas. En España existe una larga tradición de ésta intromisión debido a la suegra.

Por hipertrofia profesional

Se da más en el hombre, especialmente en el profesional liberal. Sucede cuando el tiempo que se dedica al trabajo es desproporcionado; repercutiendo a otras áreas de la vida del sujeto entre ellas a la pareja.

Por enfermedad psíquica o física de uno de los miembros

Cuando una enfermedad psíquica como una depresión, esquizofrenia, agorafobia; o física como diabetes, sordera, ceguera,… puede afectar a la normal convivencia.

Por monotonía

Cuando la vida en pareja se vuelve uniforme, previsible y aburrida. Cuando los miembros notan que a la vida le falta ilusión y entusiasmo. Se resuelve muchas veces mediante imaginación, satisfaciendo objetivos que quedaron pendientes, gratificaciones psicológicas o materiales recíprocas, planes compartidos, comunicación, confianza.

Por ascenso profesional no compartido

Cuando por ejemplo esto puede suponer en la persona que ha ascendido múltiples viajes o eventos sociales, que el otro miembro de la pareja no aprueba. Cuando pueden darse celos por el status logrado por uno de los miembros y las consecuencia que esto conlleva que no se dan igualmente en el otro,…

Cuando 1 o los 2 miembros de la pareja son inmaduros

La persona inmadura no sabe lo que quiere, es cambiante, no se conoce, está lleno de contradicciones y muestra una escasa responsabilidad. Evidentemente ésta inmadurez afecta a la relación de pareja y aunque es más frecuente que se de en parejas adolescente o jóvenes pueden presentarse signos de inmadurez en cualquier etapa de la vida.