Todos en algún momento de nuestras vidas hemos experimentado bajo estado de ánimo e incluso fluctuaciones en él mismo durante un día o durante un tiempo limitado.
Esto puede estar vinculado a que tengamos problemas concretos, experiencias vitales dolorosas como las rupturas sentimentales o pérdidas de seres queridos, problemas de salud, económicos, despidos laborales, mudanzas, etc. También puede estar vinculado a la forma en la que entendemos el mundo y las situaciones, concretamente a nuestra forma o estilo cognitivo. Se entienden estas fluctuaciones del estado del ánimo como normales (aunque molestas) y poco duraderas.
¿Qué es la Depresión?
No obstante, cuando este se hace persistente en el tiempo podríamos estar hablando de Trastorno del Estado del Ánimo. Estaríamos hablando de depresión cuando las personas presentan abulia (estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, en niños se puede mostrar un estado del ánimo irritable) o anhedonia (incapacidad de sentir placer por aquello que antes nos era placentero), y al menos cuatro o más de los siguientes síntomas durante mínimo dos semanas:
- pérdida o aumento de peso (fluctuación de al menos el 5% del peso habitual)
- insomnio o hipersomnia casi cada día
- agitación o enlentecimiento psicomotor (la ralentización o la obstaculización de tus actividades mentales o físicas)
- fatiga o pérdida de energía
- sentimientos de inutilidad, culpabilidad excesivos o inapropiados
- problemas para concentrarse
- pensamientos recurrentes de muerte.
¿Cuántas personas sufren de depresión?
Cabe destacar que la depresión es bastante frecuente, se estima que al menos un 12% de la población adulta ha presentado o presentará en el futuro un episodio depresivo de importancia clínica suficiente como para necesitar tratamiento. Incluso representa el 75% del total de las hospitalizaciones psiquiátricas, además, las tasas de suicidio han mostrado un incremento en los últimos años.
¿Fármacos o psicoterapia?
Si bien es cierto que se han dado algunos avances respecto al tratamiento con fármacos para la depresión, no menos cierto es que se ha encontrado evidencia de que este tipo de tratamiento no es eficaz en todos los casos, ya que entre el 30 y 40% de los pacientes no responden a la farmacología.
Sin embargo, para muchas personas, la psicoterapia funciona mejor en combinación con medicamentos. Ayuda a identificar las preocupaciones subyacentes que pueden sumarse a la depresión. En el trabajo con el terapeuta, también se puede ayudar al paciente a aprender comportamientos y estrategias específicas para superar la depresión. El tratamiento psicoterapéutico para la depresión también se puede hacer en formato online sin perder efectividad.
¿Cuánto puede durar la depresión?
La duración de un estado depresivo puede ser de semanas, meses e incluso años, lo más habitual es que dure de 4 a 6 meses. Existe la posibilidad de que la persona padezca de un trastorno depresivo persistente pero presentando menor intensidad en los síntomas, en estos casos estaremos hablando de la Distimia, un tipo de depresión continua y a largo plazo (cronificada). En estos casos es posible que la persona pierda interés en las actividades normales de la vida cotidiana, que se sienta desesperanzada, volviéndose incluso improductiva y mostrando baja autoestima y una sensación general de ineptitud o ineficacia general. Las personas que sufren de distimia suelen describirse así mismas como personas negativas o pesimistas, esto por supuesto afectaría el correcto funcionamiento de la persona en todas sus parcelas, relacional, académica, laboral.
También es importante decir que los estados depresivos pueden estar vinculados con trastornos o desajustes hormonales (por ejemplo bien por enfermedades como el hipotiroidismo o embarazos) u otras enfermedades fisiológicas o el consumo de alguna medicación no relacionada con las propias para el tratamiento de los trastornos del estado del ánimo.
Por tanto se recomienda hacer una exploración médica a parte de la psiquiátrica y la psicológica, de esta forma el paciente obtendría un diagnóstico diferencial y una adecuada intervención.