¿Por qué las personas sufren de ansiedad?
La ansiedad es una sensación de malestar, como la preocupación o el miedo, que puede ser leve o grave.
Todo el mundo tiene sentimientos de ansiedad en algún momento de su vida. Por ejemplo, puedes sentirte preocupado y ansioso por hacer un examen, o por tener una prueba médica o una entrevista de trabajo. En momentos así, sentirse ansioso puede ser perfectamente normal.
Pero a algunas personas les resulta difícil controlar sus preocupaciones. Sus sentimientos de ansiedad son más constantes y a menudo pueden afectar a su vida cotidiana. Afecta más a las mujeres que a los hombres y es más frecuente en personas de 35 a 55 años.
La experiencia de ansiedad de cada persona es diferente, por lo que es difícil saber exactamente qué causa los problemas de ansiedad. Probablemente hay muchos factores implicados. Algunas personas con ansiedad pueden parecer que están bien por fuera, pero siguen teniendo algunos de los síntomas mencionados anteriormente. Puede que hayas desarrollado formas de ocultar tu ansiedad para que los demás no la noten.
¿Los problemas de ansiedad pueden heredarse genéticamente?
Las investigaciones demuestran que tener un pariente cercano con problemas de ansiedad puede aumentar las posibilidades de que tú mismo tengas problemas de ansiedad. Esto se denomina a veces «sensibilidad a la ansiedad».
Por el momento no hay suficientes pruebas para demostrar si esto se debe a que compartimos algunos genes que nos hacen más vulnerables a desarrollar ansiedad, o a que aprendemos determinadas formas de pensar y comportarnos de nuestros padres y otros familiares a medida que crecemos.
Experiencias pasadas o de la infancia
Las experiencias difíciles en la infancia, la adolescencia o la edad adulta son un desencadenante habitual de los problemas de ansiedad. Es probable que pasar por estrés y traumas cuando eres muy joven tenga un impacto especialmente grande. Las experiencias que pueden desencadenar problemas de ansiedad incluyen cosas como:
- abuso físico o emocional
- abandono
- perder a uno de los padres
- ser acosado o excluido socialmente
- experimentar el racismo
Tener padres que no te tratan con cariño o que son sobreprotectores también puede ser un factor.
Tu situación actual de vida
Los problemas actuales de tu vida también pueden desencadenar la ansiedad. Por ejemplo:
- agotamiento o acumulación de estrés
- muchos cambios o incertidumbre
- sentirse presionado en los estudios o en el trabajo
- largas jornadas de trabajo
- estar sin trabajo
- problemas de dinero
- problemas de vivienda y falta de hogar
- preocupación por el medio ambiente o las catástrofes naturales (a veces llamada ansiedad climática o eco-ansiedad)
- perder a alguien cercano (a veces llamado duelo)
- sentirse solo o aislado
- ser maltratado, intimidado o acosado, incluso sufrir racismo.
Los grandes cambios en tu vida cotidiana pueden ser un desencadenante particular de la ansiedad. Así, quizás hayas experimentado problemas de ansiedad durante la pandemia de coronavirus.
Problemas de salud física o mental
Otros problemas de salud pueden a veces causar ansiedad, o pueden empeorarla. Por ejemplo:
- Problemas de salud física: vivir con una enfermedad física grave, continua o que ponga en peligro la vida, a veces puede desencadenar la ansiedad.
- Otros problemas de salud mental: también es frecuente desarrollar ansiedad mientras se vive con otros problemas de salud mental, como la depresión.
Fármacos y medicación
La ansiedad puede ser a veces un efecto secundario de la toma de:
- algunos medicamentos psiquiátricos
- algunos medicamentos para problemas de salud física
Otros problemas de salud mental
Mientras que algunas personas pueden experimentar una condición de ansiedad por sí misma, otras pueden experimentar múltiples condiciones de ansiedad, u otras condiciones de salud mental. La depresión y la ansiedad suelen ir juntas. Es importante comprobar y obtener ayuda para todos estos trastornos al mismo tiempo.
Abuso de sustancias
Algunas personas que sufren ansiedad pueden consumir alcohol u otras drogas para ayudarles a controlar su estado. En algunos casos, esto puede llevar a las personas a desarrollar un problema de consumo de sustancias junto con su estado de ansiedad. El consumo de alcohol y sustancias puede agravar los estados de ansiedad, sobre todo cuando los efectos de la sustancia desaparecen. Es importante comprobar y obtener ayuda para cualquier problema de consumo de sustancias al mismo tiempo.
Cuándo buscar ayuda para la ansiedad
Aunque los sentimientos de ansiedad en determinados momentos son completamente normales, acude a un terapeuta si la ansiedad afecta a tu vida diaria o te causa angustia.
Independientemente del tipo de trastorno de ansiedad que padezcas, la ansiedad puede encerrarte en un mundo de miedo irracional, vacío de esperanza y lleno de una sensación de fatalidad inminente. Aunque todo el mundo experimenta estrés y ansiedad en algún grado, es hora de buscar ayuda profesional cuando tu ansiedad:
- Interfiere en las relaciones personales o profesionales
- Crea problemas de sueño persistentes
- Afecta a tu capacidad de concentración
- Te impide hacer las cosas que te gustan
- Fomenta un sentimiento de autodesprecio o de inutilidad
- Te aísla de los demás
- Te hace tener pensamientos suicidas
Además de estos problemas emocionales y mentales, los trastornos de ansiedad pueden causar problemas de salud física, como problemas digestivos, dolores de cabeza o dolor crónico. Si has notado que tu ansiedad causa estragos en tu salud física, es aún más importante que busques ayuda.
La conclusión es que si te sientes atrapado por tu trastorno de ansiedad y te encuentras en un estado de miedo o preocupación excesivos la mayoría de las veces, está justificada la ayuda profesional. El terapeuta te preguntará sobre tus síntomas y tus preocupaciones, miedos y emociones para averiguar si puedes tener Ansiedad o Depresión.
También hay muchas cosas que puedes hacer tú mismo para ayudar a reducir tu ansiedad, como por ejemplo:
- seguir un curso de autoayuda (podemos ayudarte a encontrar el curso adecuado para ti)
- hacer ejercicio regularmente
- dejar de fumar / beber
- cuidar tu salud física
Podemos ayudarte
¿Cómo es la vida de una persona depresiva?
La experiencia de la depresión no es uniforme. No hay dos trayectos iguales, pero los síntomas se pueden gestionar sea cual sea el aspecto que tenga para ti. Sentirse triste o desamparado, llevar un peso sobre los hombros, estar amargado o irritable, ponerse unas gafas muy grises… Éstas son solo alguna de las formas en que alguien podría describir lo que se siente al vivir con depresión.
En realidad, la depresión es diferente para cada persona. Hay una serie de experiencias posibles que puedes tener si vives con depresión: la tristeza no es el único síntoma.
No importa cómo te sientas ahora, es válido y real. Y no tiene por qué ser permanente. Hay apoyo disponible para ayudarte a superarlo y la terapia online es un recurso muy ventajoso ya que puede ayudarte en cualquier momento que lo necesites desde cualquier sitio que estés.
¿Todo el mundo experimenta los mismos síntomas de depresión?
No. La depresión es una experiencia muy personal y cada persona puede mostrar sus síntomas de forma diferente.
Por ejemplo, una persona puede estar tumbada en la cama todo el día y no puede reunir la motivación para salir de su casa. Mientras tanto, otra persona debe estar fuera todo el tiempo porque no puede soportar estar a solas con sus pensamientos.
En general, un profesional sanitario puede diagnosticar una depresión si identifica varios síntomas «típicos» que han estado presentes durante al menos dos semanas. Algunos de estos síntomas de la depresión son:
- bajo estado de ánimo
- pérdida de interés por las actividades
- desesperanza
- disminución de la libido
- fatiga
- cambios en el funcionamiento cognitivo
- trastornos del sueño
- comer más o menos
- irritabilidad
- pensamientos de autolesión
¿Cómo se siente la depresión?
Hay muchas formas posibles de experimentar los síntomas de la depresión, dependiendo de tu edad y de tus circunstancias particulares.
Éstas son algunas de las formas en que pueden sentirse los síntomas comunes de la depresión:
La depresión es como llorar todo el día sin motivo
Muchas personas con depresión pueden experimentar una tristeza intensa o arrebatos de llanto. Es posible que te encuentres derramando lágrimas durante los anuncios, las canciones o de repente mientras estás sentado frente a tu ordenador.
La depresión se siente como si no pudieras salir de la cama
No está en tu cabeza: La fatiga es un síntoma común de la depresión. Según algunas investigaciones realizadas, se debe posiblemente a la inflamación y a la reducción del suministro de oxígeno.
Desde fuera, tu baja energía y tu falta de motivación pueden parecerse a la «pereza». Sin embargo, no se trata de una elección personal. Si vives con depresión, pequeñas tareas como clasificar el correo o cepillarse los dientes pueden parecer francamente abrumadoras.
La depresión se siente como si no hubiera nada que esperar
La pérdida de esperanza es un síntoma común de la depresión. Puedes sentir que siempre das un paso adelante y tres atrás. Esto puede llevarte a preguntarte: «¿Para qué intentarlo?»
O tal vez mires tu calendario y no veas nada que esperar. La sensación de desesperanza también puede manifestarse como culpa o vergüenza por algo que has vivido.
La depresión se manifiesta como si todo fuera molesto
La irritabilidad y la ansiedad son habituales en las personas con depresión. Tal vez te enfades con tus seres queridos por cosas que antes no te molestaban.
También puedes encontrarte rumiando las interacciones sociales o temiendo el peor resultado posible en las relaciones, los asuntos laborales o los estudios.
Puede que te sientas abrumado: cosas que antes no te molestaban ahora son un gran problema.
La depresión se siente como si durmieras demasiado…o demasiado poco
Tu sueño suele verse afectado cuando tienes depresión, junto con tu apetito. Puede que te encuentres con ganas de dormir todo el día, aunque hayas descansado toda la noche.
O tal vez te quedes despierto por la noche con pensamientos acelerados, pensando intensamente en el pasado y el futuro. Tu cuerpo está lo suficientemente cansado como para dormir, pero tú no puedes.
La depresión se siente como si ya no supieras quién eres o qué te gusta
Puedes descubrir que ya no te interesan las cosas que antes disfrutabas. La anhedonia – disminución o ausencia de placer en las actividades cotidianas – es uno de los síntomas característicos de la depresión. Esto puede experimentarse de forma diferente de una persona a otra.
Por ejemplo, una abuela puede no sentir la alegría de pasar tiempo con sus nietos jugando delante de ella. Un músico, en cambio, puede no molestarse en coger una guitarra porque ya no siente que le haga feliz rasgar las cuerdas.
No encontrar placer en lo que solía ser agradable puede hacer que te sientas apagado o como si quisieras volver a «tu normalidad».
La depresión se siente como si no se consiguiera hacer nada
Si sientes que tu cerebro está disparando de forma diferente últimamente, no estás imaginando cosas. Hay muchos síntomas cognitivos de la depresión.
La baja energía, la falta de sueño, la dificultad para concentrarse y la baja motivación pueden provocar dificultades para realizar las tareas del día, como ir al gimnasio, hacer la compra o incluso hacer las cuentas.
La depresión se siente como un dolor de cuerpo
La investigación ha demostrado que síntomas físicos como el dolor están relacionados con la depresión, posiblemente debido a un desequilibrio de los mensajeros químicos (neurotransmisores) en el cerebro. Los neurotransmisores que intervienen en la percepción del dolor, como la serotonina y la norepinefrina, son los mismos que intervienen en la regulación del estado de ánimo.
Con la depresión, el umbral del dolor disminuye, por lo que puedes experimentar dolor en las articulaciones y los músculos. Puedes experimentar dolores de cabeza más frecuentes, dolor articular, dolor muscular o fibromialgia.
La depresión se siente como una idea de autolesión
La ideación suicida existe en un espectro, desde los pensamientos de suicidio hasta los intentos de suicidio. Puede ser sólo un pensamiento, como desear no despertarte mañana o sentirte tranquilo con la idea de tener un accidente de coche mortal. También puede ser más activo, como idear un plan o fijar una fecha para hacerte daño.
Sea lo que sea lo que sientas, puedes superarlo. Es la depresión la que habla. Hay recursos disponibles para hacer frente a este dolor.
¿Existe una diferencia entre la depresión no tratada y la tratada?
Sí, hay una diferencia entre los síntomas de la depresión no tratada y la tratada. Es posible que los síntomas y los efectos secundarios sean más graves si vives con una depresión no tratada durante un tiempo.
La depresión no tratada puede ser difícil de manejar por tu cuenta. Con apoyo profesional, es posible mejorar cómo te sientes y funcionas.
La depresión es más común de lo que mucha gente cree, y no estás solo en esto. El hecho de que a menudo no se hable abiertamente de ella hace que algunas personas piensen que son las únicas que se sienten así, pero es algo que mucha gente experimenta en algún momento de su vida.
De hecho, es una afección que mucha gente ha aprendido a manejar con eficacia. Un profesional de la salud mental, puede ayudarte. No hay que avergonzarse de ir a terapia y compartir tus sentimientos con una persona neutral. Cuando sientas que tu depresión es demasiado para que puedas manejarla sola, busca ayuda profesional.
Un resumen sobre la depresión
Los síntomas de la depresión son tan diversos como las personas que los experimentan. Puede que llores más, que duermas menos horas o que te sientas alejado de lo que antes era importante para ti. Puede que te resulte difícil hacer cosas o que tengas dolores inexplicables en el cuerpo.
Todo esto, y cualquier otra experiencia, es válido.
Hay varias formas de afrontar la depresión y muchas opciones de tratamiento disponibles. También hay estrategias para cuidar de ti mismo cuando vives con depresión. Para empezar el proceso de curación, puede resultar útil acudir a un terapeuta que «entienda» la depresión.
En Mejor sin Ansiedad te ofrecemos ayuda para que no tengas que pasar por esto solo. Hay ayuda disponible y la recuperación es posible.
¿Qué se hace en la terapia de pareja?
Todos sabemos que las relaciones románticas son un trabajo duro. Al igual que los coches, requieren un mantenimiento regular para que sigan funcionando bien. Si hay un problema, es mejor repararlo enseguida para evitar más complicaciones en el futuro.
A menudo podemos hacer nosotros mismos parte del mantenimiento y las reparaciones básicas. Otras veces, la terapia de pareja conductual y la ayuda de un profesional autorizado pueden ser lo mejor para la relación. Este tipo de asesoramiento sobre la relación se centra emocionalmente en mejorar la satisfacción de la relación y la resolución de conflictos entre la pareja.
El objetivo final de un consejero es ayudar a construir una relación sana y resolver los problemas que pueda haber.
¿Qué es la terapia de pareja?
La terapia de pareja es un tipo de psicoterapia en la que un terapeuta licenciado, con experiencia clínica en el trabajo con parejas, ayuda a las personas implicadas en una relación romántica a conocer su relación, resolver los conflictos y mejorar la satisfacción de la relación utilizando una serie de intervenciones terapéuticas. Aunque la práctica de la terapia de pareja conductual puede variar en función de la orientación teórica del terapeuta, toda la terapia de pareja suele incluir los siguientes elementos generales.
- El enfoque en un problema específico (por ejemplo, dificultades sexuales, adicción a Internet, intimidad, celos).
- Participación activa por parte del terapeuta en el tratamiento de la propia relación, en lugar de cada individuo por separado.
- Intervenciones centradas en la solución y orientadas al cambio al principio del tratamiento.
- Un establecimiento claro de los objetivos del tratamiento.
Las investigaciones muestran que más del 95% de las parejas encuestadas obtuvieron la ayuda que necesitaban de la terapia de pareja. Además, casi todas las parejas confirmaron que la terapia les proporcionó herramientas más eficaces para afrontar los conflictos.
Qué esperar de la terapia de pareja
¿No sabes qué esperar en cada sesión de terapia de pareja? Normalmente, la primera sesión de terapia de pareja comienza con algunas preguntas estándar de la entrevista sobre la historia de la relación, así como con una profundización en la familia de origen de cada miembro de la pareja, sus valores y sus antecedentes culturales. El terapeuta también puede utilizar las sesiones iniciales para intervenir en caso de crisis, si es necesario.
A continuación, el terapeuta de parejas ayudará a la pareja a identificar el problema en el que se centrará el tratamiento, a establecer los objetivos del mismo y a planificar una estructura de tratamiento para cada sesión de asesoramiento.
Durante el tratamiento, el terapeuta ayudará a la pareja a comprender la dinámica relacional que crea el problema y a guiar a ambos miembros de la pareja para que comprendan su papel en las interacciones disfuncionales. Esta mayor comprensión de los problemas de la relación y de la angustia les ayudará a cambiar la forma en que perciben la relación y al otro.
Aunque obtener una visión es importante, otro aspecto crucial de la terapia de pareja consiste en cambiar realmente los comportamientos. Los terapeutas de pareja suelen asignar a los miembros de la pareja tareas para que apliquen las habilidades que han aprendido en la terapia a sus interacciones cotidianas.
La mayoría de las parejas salen de la terapia con un mayor conocimiento de sus patrones relacionales y con las habilidades necesarias para comunicarse eficazmente y resolver problemas con sus parejas.
¿Quién debería considerar la terapia de pareja?
La terapia de pareja es beneficiosa para cualquier tipo de relación, incluyendo:
- Relaciones heterosexuales u homosexuales
- Relaciones de jóvenes adolescentes o universitarios
- Relaciones con una gran diferencia de edad
- Relaciones que se encuentran en cualquier fase, como las de noviazgo, las de compromiso o las de matrimonio
Por ejemplo, una pareja recién comprometida puede encontrar en el asesoramiento prematrimonial una oportunidad inestimable para abordar las expectativas de la relación antes de casarse. Otra pareja, que lleva 25 años juntos, podría descubrir que el asesoramiento matrimonial es una forma eficaz de recuperar la sensación de entusiasmo y romanticismo en su relación.
La terapia de pareja puede resolver un problema actual, prevenir una exacerbación de los problemas o simplemente proporcionar un «chequeo» a una pareja feliz que está pasando por un periodo de transición o de mayor estrés.
Las áreas de preocupación más comunes que se abordan en la terapia de pareja son los problemas de dinero, la crianza de los hijos, el sexo, la infidelidad, la política familiar, los problemas de salud crónicos, la infertilidad, el juego, el consumo de sustancias, la distancia emocional y los conflictos frecuentes.
¿Debo ir a terapia o divorciarme?
Si tu relación actual se tambalea, divorciarse no es la única opción: el asesoramiento a parejas puede salvar un matrimonio en dificultades. Si tienes algún deseo de seguir casado con tu cónyuge, deberías ir a terapia de pareja. El asesoramiento de pareja, también conocido como asesoramiento matrimonial, podría ser lo que tu relación necesita para curar viejas heridas y empezar de nuevo. El asesoramiento puede ser una forma significativa de restaurar los cimientos del matrimonio y aclarar si el divorcio es la decisión adecuada.
¿En qué se diferencia la terapia de pareja online de la tradicional?
En Mejor sin Ansiedad, no solo estamos revolucionando la forma en que los terapeutas practican la terapia de pareja, sino que también pretendemos reducir el estigma de recibir asesoramiento de pareja y hacer que la terapia de pareja sea más accesible y asequible.
La terapia de pareja online tiene varias ventajas que no se dan en la terapia de pareja presencial tradicional.
Los terapeutas de pareja de Mejor sin Ansiedad han descubierto que este formato permite mantener conversaciones mucho más productivas, lo que da lugar a un progreso mucho más rápido en el tratamiento.
La terapia de pareja online también es ideal para las parejas en las que uno o ambos miembros viajan con frecuencia o tienen horarios muy diferentes y no pueden coordinar un momento para asistir juntos a las sesiones de terapia de pareja. Además, las parejas con hijos que tienen dificultades para encontrar una guardería pueden beneficiarse mucho de la accesibilidad de Mejor sin Ansiedad.
La terapia de pareja en persona tampoco suele estar cubierta por muchos planes de seguro médico, y puede resultar bastante costosa para muchas familias después de unas pocas sesiones.
¿Qué tipo de problemas atiende un psicólogo?
El número de personas que experimentan malestar psicológico sigue creciendo en España y en el resto del mundo. El malestar puede manifestarse de muchas maneras, y para muchos, estos problemas empiezan a afectar a su felicidad, a sus relaciones cercanas, a su trabajo y/o a su día a día. Por desgracia, muchos individuos que sufren uno o varios de estos problemas suelen sentirse solos e inseguros de cómo resolverlos por sí solos.
Nuestro equipo se ha formado para evaluar los síntomas psicológicos y trabajar junto a nuestros clientes para identificar sus necesidades y objetivos concretos. Una vez identificadas las necesidades y los objetivos, podremos formular juntos la terapia más adecuada, un plan de tratamiento que te haga sentir esperanzado y capacitado para superar las dificultades de tu vida.
En esta entrada del blog, hablamos de algunos problemas habituales que nos llegan a la consulta de psicología.
¿Qué son los trastornos psicológicos?
Los trastornos psicológicos describen un conjunto de síntomas que experimenta un individuo y que le causan malestar subjetivo e interfieren en aspectos importantes de su vida (por ejemplo, las relaciones, el trabajo, la salud). Los trastornos psicológicos pueden implicar cambios en la forma de pensar y de responder emocionalmente, o incluso comportarse. Presentamos algunos de los problemas habituales en psicología. Es importante tener en cuenta que éstos pueden aplicarse a ti o no. Hay varias razones por las que una persona puede buscar asesoramiento y no es necesario un diagnóstico psicológico para que te beneficies de los servicios de asesoramiento.
Depresión
La depresión es seguramente uno de los problemas más comunes que se presentan en la consulta de psicología. Hay varias razones por las que un individuo puede experimentar depresión. Para algunas personas, la depresión aparece y desaparece a lo largo de la vida. Para otras, un episodio depresivo puede desarrollarse tras un acontecimiento estresante, como una separación, la pérdida del trabajo o el fallecimiento de un ser querido. Los factores genéticos, las habilidades individuales de afrontamiento y los factores estresantes de la vida suelen interactuar para determinar el factor de riesgo de una persona para desarrollar una depresión. La depresión suele caracterizarse por:
- Tristeza general o bajo estado de ánimo
- Pérdida de interés o placer
- Sentimientos de culpa, desesperanza o indignidad
- Cambios en los patrones de sueño y alimentación
- Falta de concentración
- Fatiga o dificultades de motivación
Como puedes imaginar, la depresión puede dificultar que las personas realicen actividades positivas, mantengan relaciones sanas, inicien conductas y sean compasivas consigo mismas. Por desgracia, muchos de estos procesos sirven para mejorar la depresión o pueden proteger contra los factores de estrés a los que inevitablemente nos enfrentamos a lo largo de la vida.
En Mejor sin Ansiedad, nuestro equipo puede trabajar contigo para superar los síntomas depresivos mediante intervenciones cognitivo-conductuales que se centrarán en los patrones de pensamiento poco saludables y fomentarán el compromiso activo con conductas beneficiosas para el bienestar.
Ansiedad
La ansiedad es otro problema común en nuestra consulta de psicología y aproximadamente el 50% de las veces, la ansiedad coexiste con la depresión. Los trastornos de ansiedad se caracterizan por un miedo y una preocupación excesivos ante situaciones o acontecimientos. Los síntomas de ansiedad pueden incluir:
- Sentirse frecuentemente inquieto o al límite
- Irritabilidad, mal humor
- Sensaciones de pánico, dificultad para respirar
- Catastrofismo, pensar siempre en lo peor
- Dificultad para tolerar la incertidumbre
- Dificultad para concentrarse, para tomar decisiones
- Evitar situaciones o personas temidas
Las personas pueden experimentar la ansiedad de forma diferente. En algunos casos, los pensamientos pueden ser los más preocupantes. Por ejemplo, un hombre que tiene miedo de salir de casa después de un accidente de coche porque no deja de imaginarse a sí mismo lesionado. En otros casos, los síntomas físicos pueden ser lo primero que note el individuo. Por ejemplo, una mujer que experimenta una aparición repentina de síntomas de pánico (por ejemplo, aceleración del corazón, dificultad para respirar, temblores) llama a la ambulancia por miedo a que le dé un ataque al corazón, pero más tarde se le diagnostica un Trastorno de Pánico. En cualquier caso, Mejor sin Ansiedad puede ayudarte a entender mejor qué es la ansiedad, por qué la tenemos y cómo puedes disminuir tu ansiedad hasta un nivel que sea saludable, protector y manejable.
Ataques de Pánico
Los ataques de pánico son algo más que una experiencia emocional. Cuando alguien experimenta un ataque de pánico, se desencadena su respuesta de «lucha o huida», y experimenta una reacción física de todo el cuerpo que puede ser tan aterradora como el propio pánico. Los síntomas más comunes son los pensamientos acelerados, la aceleración de los latidos del corazón, la falta de aliento, los temblores, el entumecimiento, los mareos o los desmayos, y las náuseas o las molestias digestivas. Los ataques de pánico pueden ser debilitantes y afectar seriamente a tu calidad de vida.
Los ataques de pánico suelen considerarse un síntoma de ansiedad, pero no todas las personas que padecen un trastorno de ansiedad experimentan ataques de pánico. Los puede experimentar cualquier persona con un trastorno de salud mental, como los trastornos depresivos y los trastornos por abuso de sustancias. A veces, personas sin antecedentes de enfermedad mental experimentan ataques de pánico.
Si experimentas ataques de pánico periódicos y recurrentes, se te puede diagnosticar un trastorno de pánico, un trastorno de salud mental independiente que experimenta el 2-3% de la población. El tratamiento del trastorno de pánico y de los ataques de pánico suele incluir terapia, medicación, o ambas cosas. Es importante que las personas que experimentan ataques de pánico obtengan ayuda, porque los ataques recurrentes pueden conducir a un aislamiento extremo, o a otros trastornos de pánico asociados, que pueden limitar gravemente la capacidad de la persona para funcionar normalmente y llevar una vida plena.
También podemos ayudarte
- Timidez y fobia social
- Miedos y fobias
- Estrés
- Trastornos del control de los impulsos
Contacta con Mejor sin Ansiedad para saber más sobre cómo podemos ayudarte. Recuerda que mediante la terapia, y teniendo en cuenta tus objetivos concretos, te ayudaremos a superar cualquier problema que te genere malestar psicológico.
¿Qué es la trampa mutua en la relación de pareja y cómo salir de ella?
Cuando se inicia lo que comúnmente conocemos como “Crisis en nuestra relación de pareja”, nos podemos encontrar ante una serie de comportamientos aversivos tanto en uno mismo como en el otro miembro, hasta el punto de consolidar lo que llamamos: la polarización en la pareja que no es más que la presencia del uso de acusaciones, reproches, desprecios y otros intercambios negativos (directos o indirectos) a veces hasta públicos que se practican a modo de estrategia, con el fin de hacer cambiar el comportamiento de nuestra pareja, en sucesivos intentos para que el otro acepte nuestra postura frente a la dificultad. Incluso por medio del comportamiento antes descrito las diferencias e incompatibilidades en la pareja se ven acrecentadas; los esfuerzos incesantes por querer cambiar la conducta del otro, son antagónicos a los esfuerzos del otro miembro por mantener los mismos patrones de conducta, llegando entonces a consolidar lo que llamamos: La trampa mutua, que no es otra cosa que el resultado de conseguir una polarización en la pareja, donde las diferencias entre ambos miembros se hacen muy notorias, hasta el punto de generar distanciamiento. Esta se percibe por ambos como un estado de estancamiento en la relación, sensación de hastío, desesperanza, que incluso impide a la misma a salir de ese círculo vicioso de interacciones negativas. Estos sentimientos muchas veces intentan ser aliviados por medio de discusiones que hacen referencia a la problemática principal a la que se está enfrentando la pareja en la actualidad, lo que a su vez refuerza el conflicto.
Terapia Conductual Integrativa de Pareja (TCIP)
Muchas veces romper con la polarización y consecuente trampa mutua en la relación de pareja no es tarea fácil, lo que nos lleva a solicitar la ayuda de un profesional que nos oriente y ayude a romper con esta espiral. El terapeuta tiene la función de ayudar a los consultantes a adquirir una visión más completa del comportamiento de su pareja, renunciando a la idea que las diferencias que existen entre ambos no son tolerables y que por consiguiente, la única solución sería el cambio. En la actualidad, contamos con la Terapia Conductual Integrativa de Pareja (TCIP), es una propuesta de intervención psicoterapéutica, la cual hace hincapié en que las personas acepten patrones de comportamiento considerados como inadmisibles en sus parejas. El componente de aceptación no implica la concepción de patrones de resignación, más bien la aceptación serviría como instrumento para convertir la problemática en medios para alcanzar la intimidad entre los miembros, además los miembros de la pareja aprendan a apreciarse entre sí gracias a sus diferencias y no sólo por sus compatibilidades.
La TCIP es una terapia de tipo contextual, que enmarca tanto en el presente e histórico de la problemática de los solicitantes, además cuenta con estrategias para hacerle frente a dicha problemática: el intercambio de conductas positivas y el entrenamiento en comunicación y solución de problemas (Barrero, 2008; Jacobson y Margolin, 1979). Con la primera estrategia lo que se busca es aumentar la cantidad de estímulos reforzantes que los haga sentir satisfechos con la otra persona y reducir las interacciones negativas; La segunda estrategia es de gran utilidad e inclusive indispensable, dado que la gran mayoría de las problemáticas presentadas dentro del contexto de pareja se desarrollan debido a la inadecuada, insuficiente comunicación o habilidades para solucionar conflictos.
Sexualidad
Hoy como ayer, nuestra sociedad otorga una especial importancia a los problemas de disfunción sexual. Los drásticos cambios sociales y culturales ocurridos en los últimos años han incidido también en el campo del comportamiento sexual, de manera que la sexualidad ha pasado de ser un tema tabú, restringido a la esfera de la intimidad personal, a valorarse como un aspecto esencial de la salud y bienestar en la persona, considerándose en la actualidad como un importante objetivo vital a conseguir.
Sin embargo, no es infrecuente que las personas encuentren dificultades para conseguir lo que consideran una adecuada satisfacción en su vida sexual. En ese sentido, la escasa formación sexual y abundancia de <> poco apropiados, contribuyen a crear una importante confusión sobre la calidad d la propia sexualidad, lo que unido a la necesidad de una vida sexual optima, hace que se aumenten los problemas, bien sean reales o subjetivos y exista una mayor preocupación por esto. Cada vez es más frecuente la búsqueda de psicólogos y profesionales especializados en la búsqueda de este problema.
Qué son las Disfunciones Sexuales
Pueden definirse como un conjunto de problemas de índole diversa que impiden o dificultan a la persona disfrutar de forma satisfactoria de la sexualidad. Se considera entonces como disfunción sexual a todos aquellos problemas fisiológicos, cognitivos o motores que dificultan a la persona el participar o disfrutar satisfactoriamente de las actividades sexuales, tales como: la atracción, el cortejo, la interacción o el orgasmo.
Tipos de Disfunciones Sexuales
Pueden ser de distinto tipo y naturaleza, se han propuesto varios sistemas de clasificación, los más adecuados son los que asocian cada disfunción a la fase de la respuesta sexual en la que aparece. Entre ellas:
Trastorno del deseo sexual
- Deseo sexual hipoactivo o poco deseo sexual
- Trastorno por aversión al sexo
Trastorno de la excitación sexual
- Trastorno de la excitación sexual en la mujer
- Trastorno de erección en el varón
Trastornos osgásmicos
- Trastorno orgásmico femenino
- Trastorno orgásmico masculino
- Eyaculación precoz
Trastornos sexuales por dolor
- Dispareunia (no debida a una enfermedad médica)
- Vaginismo (no debida a una enfermedad médica)
Factores que influyen en la aparición de las Disfunciones Sexuales
Aunque en algunos casos es fácil establecer una relación directa entre un acontecimiento específico y el desarrollo de una disfunción, esto no suele ser la norma. En la mayor parte de los casos, las disfunciones sexuales suelen ser el resultado de un conjunto variado de factores, que de forma más o menos importante, o incluso actuando conjuntamente en distintos momentos, facilitan su aparición, desarrollo y mantenimiento. Entre ellos podemos encontrar:
Factores psicológicos y sociales:
Podemos incluir en este grupo a una inadecuada educación, formación o experiencia sexual. Se distinguen tres:
Factores predisponentes
- Mitos sexuales.
- Educación moral y religiosa restrictiva.
- Exposición a modelos paternos con relaciones problemáticas o deterioradas.
- Experiencias sexuales traumáticas durante la infancia.
- Inseguridad en el propio género o papel psicosexual.
- Castigo o descalificación de conductas sexuales iniciales (especialmente en la adolescencia).
- Expectativas inadecuadas respecto a la sexualidad.
Factores precipitantes
- Inadecuadas experiencias sexuales, insatisfactorias o traumáticas, especialmente en los primeros aprendizajes sexuales.
- Dudas sobre la orientación sexual.
- Uso de técnicas sexuales: filias, parafilias, etc.
- Problemas generales en la relación de pareja, tales como falta de comunicación, diferentes expectativas, infidelidades o <>.
- Comportamientos inadecuados en la interacción sexual, como por ejemplo: la denominada <> o bien la poca o nula dedicación a la conducta de galanteo o preliminares.
- Presencia de una disfunción sexual establecida en el otro miembro de la pareja.
- Reacción hacia trastornos transitorios, fármacos, drogas, cansancio o fallo esporádico.
- Condicionantes psico-biológicos de los períodos de embarazo y/o parto.
- Falta de adaptación psicológica al cambio biológico en algunas respuestas sexuales que se producen como consecuencia de la edad.
- Aparición de trastornos comportamentales más generales, tales como la depresión, ansiedad o el alcoholismo.
- Situaciones adversas de índole familiar, social, laboral o económico.
Factores de mantenimiento
- Información sexual inadecuada, tanto general como específica de la disfunción.
- Desarrollo de respuestas de ansiedad o miedo ante la posible interacción sexual.
- Aparición de fallos o fracasos, tanto a nivel sexual como personal.
- Sentimientos de culpa o responsabilidad por la disfunción.
- Problemas en la relación de pareja, especialmente de comunicación y de atracción.
- Disconformidad con mi aspecto físico, parca autoestima.
Factores físicos:
Entre ellos se incluyen los síntomas de diversas enfermedades, las consecuencias de intervenciones quirúrgicas o efectos de determinados fármacos y drogas (Sedantes, antiandrógenos, anticolinérgicos o antiadrenérgicos y psicotrópicos). La importancia de estos factores proviene tanto de su capacidad para provocar de forma directa la disfunción, como de sus efectos indirectos, que se refieren a las reacciones de las personas o su pareja ante la presencia de la enfermedad y sus consecuencias. Así por ejemplo, la persona afectada puede reaccionar anticipando el fracaso o la aparición de dolor, con una reducción en su autoestima o con depresión; mientras que su pareja puede reaccionar con sentimientos de ansiedad, miedo a la interacción o culpabilidad.
¿Qué son Las Habilidades Sociales?
Las habilidades sociales son un conjunto de estrategias conductuales que ponemos en marcha en situaciones en las que nos relacionemos, estas sirven o nos ayudan a congeniar mejor con los demás y a sentirnos mejor con nosotros mismos dado que es satisfactorio sentir que nos desenvolvemos, conectamos y expresamos (de forma verbal y no verbal) de forma efectiva, además de ayudarnos a obtener lo que queremos y conseguir que los demás no nos impidan lograr nuestros objetivos, nos permiten defender nuestros derechos, solucionar conflictos, hacer quejas, realizar cumplidos o recibirlos, establecer nuestros límites, decir que NO, La expresión facial de las emociones. El empleo deliberado de la primera persona al hablar, expresar desacuerdo, la improvisación y actuación espontánea.
Tipos de Habilidades Sociales
Habilidades sociales básicas
- Escuchar
- Iniciar una conversación
- Formular una pregunta
- Dar las gracias
- Presentarse
- Presentar a otras personas
- Realizar un cumplido
Habilidades sociales avanzadas
- Pedir ayuda
- Participar
- Dar instrucciones
- Seguir instrucciones
- Disculparse
- Convencer a los demás
- Dar tu opinión sobre lo que piensas al respecto
Habilidades afectivas
- Conocer los propios sentimientos
- Expresar los sentimientos
- Comprender los sentimientos de los demás
- Enfrentarse con el enfado de otros
- Expresar afecto
- Resolver el miedo
- Auto-recompensarse
- Respetar los sentimientos
- Consolar al afligido
- Animar al decaído ante dificultades
- Ponerse en el lugar del otro
- Capacidad para entender las situaciones sociales
Habilidades alternativas a la agresión
- Pedir permiso
- Quererse
- Compartir algo
- Ayudar a los demás
- Negociar
- Emplear el autocontrol
- Defender los propios derechos
- Responder a las bromas
- Evitarles problemas a los demás
- No entrar en peleas
Habilidades para hacer frente al estrés
- Formular una queja
- Responder a una queja
- Demostrar deportividad después de un juego
- Resolver la vergüenza
- Arreglárselas cuando le dejan a uno de lado
- Defender a un amigo
- Responder a la persuasión
- Responder al fracaso
- Enfrentarse a los mensajes contradictorios
- Responder a una acusación
- Prepararse para una conversación difícil
- Hacer frente a las presiones del grupo
Habilidades de planificación
- Tomar decisiones
- Pensar sobre la causa de un problema
- Establecer un objetivo
- Conocer las propias habilidades
- Recoger información
- Resolver los problemas según su importancia
- Concentrarse en una tarea
Habilidades sociales complejas
- Empatía. Capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona.
- Inteligencia emocional. La inteligencia emocional es la habilidad social de una persona para manejar los sentimientos y emociones, discriminar entre ellos y utilizar estos conocimientos para dirigir los propios pensamientos y acciones.
- Asertividad. Habilidad para ser claros, francos y directos, diciendo lo que se quiere decir, sin herir los sentimientos de los demás ni menospreciar la valía de los otros, sólo defendiendo sus derechos como persona.
- Capacidad de escucha. Ser capaz de escuchar con comprensión y cuidado, entendiendo lo que la otra persona quiere decir y transmitiendo que hemos recibido su mensaje.
- Capacidad de comunicar sentimientos y emociones. Poder manifestar ante las demás personas nuestros sentimientos de una manera correcta, ya sean positivos o negativos.
- Capacidad de definir un problema y evaluar soluciones. Habilidad social de una persona para analizar una situación teniendo en cuenta los elementos objetivos, así como los sentimientos y necesidades de cada uno.
- Negociación. Capacidad de comunicación dirigida a la búsqueda de una solución que resulte satisfactoria para todas las partes.
- Modulación de la expresión emocional. Habilidad de adecuar la expresión de nuestras emociones al entorno.
- Capacidad de disculparse. Capacidad de ser conscientes de los errores cometidos y reconocerlos.
- Reconocimiento y defensa de los derechos propios y de los demás. Habilidad de ser consciente de nuestros derechos y los de los demás y defenderlos de una manera adecuada.
Cabe destacar que tanto las habilidades sociales pueden perfectamente ser entrenadas en terapia con técnicas y ejercicios específicos.
¿Qué es El Desarrollo Personal?
Es un trabajo personal de introspección en el que el individuo, por medio de un trabajo individual (el cual interesa en muchas ocasiones o conviene hacerlo de forma guiada) se consigue o persigue un crecimiento, una superación, la identificación de nuestros verdaderos intereses y objetivos en la vida. Para ello es necesario que conozcamos cuáles son nuestros valores, hacia dónde queremos ir, quiénes queremos llegar a ser, trazar un camino para conseguir una meta, comprometernos con nosotros mismos y con la acción a fin de conseguir aquello que deseamos. El desarrollo personal no depende de lo que tenemos sino de lo que somos.
Importancia del desarrollo personal
Históricamente Alfred Adler (1870-1937) y Carl Gustav Jung (1875-1961) fueron los que primero se asociaron al desarrollo personal. La psicología humanista está representada por Abraham Maslow y Carl Rogers. Desde 1943, Abraham Maslow se interesó en las necesidades del hombre, las que representó en su «pirámide de necesidades», en donde en lo más elevado se encuentra el deseo de realización personal, seguido por el reconocimiento, afiliación, seguridad y necesidades biológicas. Decía Maslow que para concretar esta representación basada en esta jerarquía de necesidades, es necesario conocer las potencialidades positivas del ser humano, asunto descuidado por la psicología clásica, demasiado orientada hacia la psicopatología. Lo que viene a decir este autor, es que una vez que el sujeto consigue ir alcanzando los aspectos o necesidades más básicas, en este caso las relacionadas con los aspectos más biológicos (alimentos, descanso, sexo, etc) e ir superando otros aspectos menos básicos de la jerarquía, el sujeto puede llegar a conseguir la autorealización.
En cuanto a la investigación en psicología en relación al desarrollo personal, y siguiendo a otro autor, Albert Bandura que realizó diversos estudios intentando comprender cómo ciertas fuerzas humanas más que otras, ayudan a fortalecer el desarrollo personal, y a este respecto mostró que la confianza en su propio éxito, es uno de los factores que explica mejor el por qué individuos que tienen el mismo nivel de conocimientos y de competencias, pueden llegar a tener resultados muy diferentes. Según Bandura, la confianza en sí mismo es un índice potente de éxito, puesto que:
- permite aceptar el éxito cuando éste llega;
- facilita la toma de riesgos, dando prioridad a objetivos o resultados elevados;
- ayuda a continuar insistiendo, si los objetivos no son alcanzados en el primer intento;
- ayuda a controlar las emociones y los temores cuando surgen los contratiempos y las dificultades.
Así pues vemos que a lo largo de los años y tras diversas investigaciones y aportes de diversos autores, encontramos que el trabajo en el desarrollo personal mejora considerablemente la vida de las personas, haciendo que esta sea mejor en todas sus dimensiones tras trabajar en aquellas áreas, objetivos, constructos y elementos que constituyen el desarrollo personal.
Beneficios del Desarrollo Personal
- Nos permite o ayuda a conocernos a nosotros mismos: nuestras habilidades, destrezas, nuestros puntos débiles, áreas de oportunidad.
- Mejorar nuestra salud tanto física como mental y emocional.
- Nos permite establecer objetivos específicos en los que queremos trabajar.
- Aumentar la motivación.
- Establecer un equilibrio entre la vida personal y laboral.
- Nos permite aproximar nuestro “yo actual” a nuestro “yo ideal”.
- Sentirme mejor conmigo mismo.
- Ser más productivo.
- Mejorar tu calidad de vida en general.
- Tus relaciones personales pasarán a otro nivel.
- Nos ayuda a mejorar en la toma de decisiones y resolución de problemas en general.
¿Qué es El Sueño?
El sueño es un proceso fisiológico y natural de nuestro organismo, en las que intervienen diferentes áreas del Sistema Nervioso Central. Dormir es fundamental para la mente. La privación de sueño dificulta el aprendizaje y la realización de tareas. Y es que, entre los beneficios de un correcto descanso, destaca un mejor funcionamiento de la memoria. Entre otras cosas, dormir hace que asimilemos bien la información recogida a lo largo del día.
El proceso de dormir pasa por una serie de fases diferenciales agrupadas en ciclos de unos 90 minutos:
- Estadio I y II: sueño superficial
- Estadios III y IV: sueño profundo
- Estadio V: sueño paradójico (REM, Rapid Eye Movement)
Hasta el estadio IV la profundidad del sueño va avanzado conforme se avanza a lo largo de las fases. El estadio V se caracteriza por una mayor activación motora.
Se han asociado algunos efectos positivos o beneficios al dormir
Incrementa la creatividad
Cuando el cerebro está descansado y la producción de hormonas está equilibrada, la memoria funciona a la perfección. Eso hace que la imaginación sea más potente y nosotros, más creativos.
Ayuda a perder peso
La falta de sueño hace que los adipocitos (células grasas) liberen menos leptina, la hormona supresora del apetito. El insomnio provoca, además, que el estómago libere más grelina (la hormona del apetito). Ambas acciones hacen que dormir poco se asocie a la obesidad.
Te hace estar más sano
Nuestro sistema inmunitario emplea el tiempo de sueño para regenerarse, lo que le permite luchar con eficacia contra las toxinas y los gérmenes que de forma continua nos amenazan. Con un sistema inmunitario débil tenemos muchas menos posibilidades de superar con éxito las infecciones.
Mejora la memoria
Dormir fortalece las conexiones neuronales. Durante la fase REM del sueño, el hipocampo, el almacén de nuestra memoria, se restaura, transformando la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo. En la Universiad de Hafi (Israel) lo han corroborado con los resultados de un estudio que afirma que una siesta de 90 minutos a media tarde ayuda a fijar los recuerdos y la destreza.
Protege el corazón
Un reciente estudio publicado en el European Heart Journal afirma que los insomnes tienen tres veces más posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca que los que duermen a pierna suelta. El insomnio aumenta los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Otros estudios también ligan el insomnio a tener el colesterol más alto.
Reduce la depresión
Cuando dormimos, el cuerpo se relaja y eso facilita la producción de melanina y serotonina. Estas hormonas contrarrestan los efectos de las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol) y nos ayudan a ser más felices y emocionalmente más fuertes. La falta de sueño provoca, por el contrario, una liberación aumentada y sostenida de las hormonas del estrés.
¿Qué es el insomnio?
El insomnio es un trastorno del sueño frecuente que puede causar dificultad para conciliar el sueño (quedarse dormido) o mantenerlo, o puede hacer que te despiertes demasiado temprano y no puedas volver a dormirte. El insomnio es común. Afecta con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres. Se puede padecer a cualquier edad, pero es más común en adultos mayores. También tiene un mayor riesgo de insomnio si:
- Tiene mucho estrés
- Está deprimido o tiene otros problemas emocionales, como el divorcio o la muerte de un cónyuge
- Tiene problemas de dinero
- Trabaja de noche o con cambios frecuentes en su horario de trabajo
- Viaja largas distancias con cambio de horas
- Tiene un estilo de vida sedentario
No hay normas específicas en relación a las horas de sueño, pero por norma general se habla de una media de 7-8 horas de sueño recomendables para una persona adulta.
Cuando uno no estima que ha dormido la cantidad de horas suficientes refiere consecuencias como fatiga, irritabilidad, dolores de cabeza, embotamiento…
Principalmente hablamos de dos tipos de insomnio:
a. Insonmio inicial: cuando referimos dificultades serias en la conciliación del sueño (más de ½ hora desde acostado).
b. Insomnio final: cuando se da un despertar temprano varias horas antes de la hora prevista.
¿Qué es La Autoestima?
ESTIMA: Es apreciar, considerar, sentir afecto, atribuir a alguien o a algo un valor.
AUTOESTIMA: Es el aprecio, la consideración y la valoración que nos damos a nosotros mismos. Este aspecto de nuestra persona no es estático, se desarrolla desde la infancia y puede cambiar a lo largo de nuestra vida. Cuando este aspecto de nuestra personalidad no se encuentra ajustado puede dar pie a la aparición de problemas, miedos, inseguridades, tener dificultades o una medida de afrontamiento deficiente ante las situaciones, problemas con la pareja, con las relaciones en general, no expresar lo que sentimos o pensamos, entre otras muchas consecuencias. La autoestima es parte fundamental de nuestra salud física y mental, además cuando tenemos una alta autoestima alcanzamos con mayor confianza y eficacia nuestras metas y objetivos en la vida.
Estimarnos es...
- Apreciar nuestra propia valía e importancia.
- Sentirnos responsables de nosotros mismos.
- Aceptar la responsabilidad de lo que hacemos y actuar responsablemente frente a las demás personas.
- Sentirnos responsables= considerar que nuestra conducta depende de las elecciones que hacemos y no de las circunstancias externas como el azar o la suerte.
- Aceptar que tenemos control sobre la forma de vida que hemos elegido y deseamos, y sobre los valores que admitimos y practicamos.
- Actuar responsablemante frente a los demás= tratar a los demás con respeto, reconocer y apreciar el valor, la importancia de cada persona y su libertad para escoger sus acciones.
Indicadores de tener una autoestima alta
- Autopercepción adecuada y favorable.
- Valoración realista de sus relaciones con los demás.
- Actúa con independencia y toma iniciativas.
- Muestra sus sentimientos con libertad y con independencia de la reacción de los que la rodean.
- Coherente con sus ideas, necesita gustarse a sí misma antes que a los otros.
- Encuentra satisfacción en sus relaciones sociales.
- Sabe comunicarse y conecta con el sentir ajeno.
- Afronta nuevos retos aunque no esté seguro. Corre riesgos.
- Sabe aceptar frustraciones, aprende de sus fracasos.
- Asumen la responsabilidad de sus propias acciones.
- Eres creativo/a.
- No manifiestan sentimientos de inferioridad.
Indicadores de tener una autoestima baja
- Autopercepción inadecuada y desfavorable.
- Desprecia o sobrevalora el afecto de los demás.
- Necesita que le señalen que hacer y cómo actuar.
- Inhibe la expresión de sus sentimientos por miedo a no ser correspondido.
- Busca ante todo la aprobación ajena y sufre si no la obtiene.
- Tiene bastantes dificultades para relacionarse.
- Malinterpreta lo que dicen los demás.
- Evita situaciones que le provocan ansiedad o inseguridad.
- Las frustraciones la deprimen. Se hunde cuando algo la sale mal.
- Atribuyen a la mala suerte, al azar o a los demás los resultados de sus acciones.
- Prefiere la rutina.
- Se sienten inferiores a los demás.