Las relaciones de pareja, son algo que prácticamente a todos nos interesa, puesto que independientemente del grado de intimidad alcanzado en la relación, casi todos tenemos, hemos tenido o probablemente tendremos una relación de pareja en un futuro, bien sea hombre-mujer, hombre-hombre o mujer-mujer.
¿Qué es una relación de pareja?
Es un vínculo afectivo mediante el cual se pretende compartir una serie de cuestiones como; intereses, metas, proyectos, objetivos.
Generalmente existe el mito de que en una relación de pareja, los miembros deben de unificarse, ser uno sólo; aunque existen matices. Si bien es cierto que es muy importante
una puesta en común entre ambos y que ayuda la concordancia en aspectos como: religión, clase social, etnia, cultura, ideologías,… la autonomía personal y la propia identidad no debe perderse en una relación (como tan frecuentemente ocurre en relaciones de maltrato o dónde uno de los miembros es muy posesivo/a). Para ser 2, es preciso primero ser 1 + 1, si una relación sentimental paga el precio de la pérdida de la propia identidad, está condenada a no producir goce ni felicidad a quien la ha perdido en la relación y a quien es amado por él. La pérdida de las señas de la propia identidad es una de las principales causas de las crisis de pareja y proporciona el sentimiento de la anulación de la personalidad.
Remedios para mejorar una relación de pareja
1. Borrón y cuenta nueva
Éste generalmente es el punto de partida para empezar a arreglar una situación conyugal. Especialmente cuando ésta es difícil, es necesario esforzarse por asumir y digerir el pasado.
2. Esforzarse por no sacar la lista de agravios
Es el inventario de pequeños y grandes errores, fallos, defectos y fracasos que se acumulan tras la convivencia. Éste aspecto suele dificultar en gran medida el diálogo y de lo que se trata es de que se de.
3. Respeto mutuo en 3 direcciones
De palabra, obra y por gestos.
4. Para estar con alguien primero hay que estar con uno mismo
Hace referencia a saber lo que se quiere, tener las ideas claras sobre los temas importantes de la vida –entre ellos la pareja-; ser estable, realista con las posibilidades de uno mismo, satisfecho.
5. Poner argumentos a la vida conyugal
El aburrimiento es uno de los grandes enemigos de las parejas modernas. Al decir argumental, se hace referencia, a que la vida humana tiene que tener objetivos, proyectos, motivos e ilusiones para compartir conjuntamente.
6. Vida sexual sana, positiva y centrada en la comunicación
Compartir experiencias y fantasías, siempre y cuando haya acuerdo, respeto y comunicación por ambas partes.
7. Evitar discusiones innecesarias
Generalmente poco a poco las discusiones erosionan una relación sin que nos demos cuenta. Siempre y cuando se pueda y no sea de aspectos importantes o que nos inquieten, hay que evitar discutir por cuestiones sin importancia, especialmente discusiones que no resuelven nada, sólo el desahogo emocional pasajero.
8. Hacer repetidos esfuerzos de voluntad para mejorar y pulir las dificultades de la convivencia
Se trata de llevar a cabo conductas, anticipando las consecuencias negativas posibles que pudieran darse.
9. Echarle a la vida sentido del humor
Hay parejas que se pasan el día dramatizando situaciones, haciendo de un granito una montaña, sacando cosas de contexto. El llevar las cosas con sentido del humor, el favorecer la sonrisa, o la carcajada, liberará endorfinas que nos harán sentirnos mejor y lograr un buen nivel de higiene mental.
10. Aprender a remontar momentos, días o situaciones difíciles
Es imposible pensar, que no se dan en pareja días malos o que vayan a aparecer reacciones ambiguas. Debe procurarse llevar a cabo una comunicación efectiva, en la cual
los aspectos verbales y no verbales sean congruentes. Que el mensaje emitido sea claro, sin ambigüedades.
11. Saber escuchar, aprender a dialogar y adquirir habilidades de comunicación
Deben evitarse sarcasmos, burlas, gritos, amenazas o regañinas por cualquier motivo. Una comunicación efectiva, es aquella en la cual cada comunicante es a la vez emisor y receptor de mensajes. Cuando el mensaje es claro, concreto y reconocible por un observador objetivo. Para discutir hay que partir de un principio y querer buscar una solución. Aprender a eludir áreas sensibles y dolorosas para uno de los miembros y aprender a centrarse en el tema y no irse por las ramas.
12. Hacer uno de la diplomacia o mano izquierda
Es decir, procurar ser hábil en el trato. Actuar con cortesía, tacto, saber callar a tiempo y reconocer los errores,…
13. Días rosas
Se trata de que uno de los cónyuges, por ejemplo una vez al mes o cada 2 semanas, procure hacer todo lo posible para agradar a la otra persona.
14. Saber que la vida tiene activo y pasivo
Es decir, que en toda relación habrá buenos y malos momentos; asumiendo que no todo es de color de rosa, pero que eso es algo natural, se da en las mejores familias y al igual que no dura siempre una situación de felicidad, tampoco una de malestar.
15. Frenar la tendencia a controlar, vigilar e inspeccionar al cónyuge
Es decir, que ambos miembros de la pareja se sientan libres y que confíen en ellos. Cuando un miembro se siente controlado, se mantiene en guardia, perdiendo espontaneidad y por tanto la relación puede sentirse afectada.
16. Frenar el lenguaje interior negativo del cónyuge
Es decir, evitar el hacer generalizaciones negativas continuas, centrarse en lo negativo o agrandarlo, sacar cosas de contexto, hacer uso de distorsiones cognitivas: magnificación y minimización, pensamientos dicotómicos, pensamientos negativos anticipatorios, etiquetación, etc.
Recomendación
Si vemos que se nos dificulta poner en práctica estas u otras prácticas es importante que pidamos ayuda profesional, concretamente apuntarnos a una terapia de pareja. La intervención de un especialista nos pueda ayudar a evaluar de forma pormenorizada nuestra problemática y poner remedio a la situación que nuestra pareja esté atravesando.