El sueño es un proceso fisiológico y natural de nuestro organismo, en las que intervienen diferentes áreas del Sistema Nervioso Central. Dormir es fundamental para la mente. La privación de sueño dificulta el aprendizaje y la realización de tareas. Y es que, entre los beneficios de un correcto descanso, destaca un mejor funcionamiento de la memoria. Entre otras cosas, dormir hace que asimilemos bien la información recogida a lo largo del día.
El proceso de dormir pasa por una serie de fases diferenciales agrupadas en ciclos de unos 90 minutos:
- Estadio I y II: sueño superficial
- Estadios III y IV: sueño profundo
- Estadio V: sueño paradójico (REM, Rapid Eye Movement)
Hasta el estadio IV la profundidad del sueño va avanzado conforme se avanza a lo largo de las fases. El estadio V se caracteriza por una mayor activación motora.
Se han asociado algunos efectos positivos o beneficios al dormir
Incrementa la creatividad
Cuando el cerebro está descansado y la producción de hormonas está equilibrada, la memoria funciona a la perfección. Eso hace que la imaginación sea más potente y nosotros, más creativos.
Ayuda a perder peso
La falta de sueño hace que los adipocitos (células grasas) liberen menos leptina, la hormona supresora del apetito. El insomnio provoca, además, que el estómago libere más grelina (la hormona del apetito). Ambas acciones hacen que dormir poco se asocie a la obesidad.
Te hace estar más sano
Nuestro sistema inmunitario emplea el tiempo de sueño para regenerarse, lo que le permite luchar con eficacia contra las toxinas y los gérmenes que de forma continua nos amenazan. Con un sistema inmunitario débil tenemos muchas menos posibilidades de superar con éxito las infecciones.
Mejora la memoria
Dormir fortalece las conexiones neuronales. Durante la fase REM del sueño, el hipocampo, el almacén de nuestra memoria, se restaura, transformando la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo. En la Universiad de Hafi (Israel) lo han corroborado con los resultados de un estudio que afirma que una siesta de 90 minutos a media tarde ayuda a fijar los recuerdos y la destreza.
Protege el corazón
Un reciente estudio publicado en el European Heart Journal afirma que los insomnes tienen tres veces más posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca que los que duermen a pierna suelta. El insomnio aumenta los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Otros estudios también ligan el insomnio a tener el colesterol más alto.
Reduce la depresión
Cuando dormimos, el cuerpo se relaja y eso facilita la producción de melanina y serotonina. Estas hormonas contrarrestan los efectos de las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol) y nos ayudan a ser más felices y emocionalmente más fuertes. La falta de sueño provoca, por el contrario, una liberación aumentada y sostenida de las hormonas del estrés.
¿Qué es el insomnio?
El insomnio es un trastorno del sueño frecuente que puede causar dificultad para conciliar el sueño (quedarse dormido) o mantenerlo, o puede hacer que te despiertes demasiado temprano y no puedas volver a dormirte. El insomnio es común. Afecta con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres. Se puede padecer a cualquier edad, pero es más común en adultos mayores. También tiene un mayor riesgo de insomnio si:
- Tiene mucho estrés
- Está deprimido o tiene otros problemas emocionales, como el divorcio o la muerte de un cónyuge
- Tiene problemas de dinero
- Trabaja de noche o con cambios frecuentes en su horario de trabajo
- Viaja largas distancias con cambio de horas
- Tiene un estilo de vida sedentario
No hay normas específicas en relación a las horas de sueño, pero por norma general se habla de una media de 7-8 horas de sueño recomendables para una persona adulta.
Cuando uno no estima que ha dormido la cantidad de horas suficientes refiere consecuencias como fatiga, irritabilidad, dolores de cabeza, embotamiento…
Principalmente hablamos de dos tipos de insomnio:
a. Insonmio inicial: cuando referimos dificultades serias en la conciliación del sueño (más de ½ hora desde acostado).
b. Insomnio final: cuando se da un despertar temprano varias horas antes de la hora prevista.